La exposición a las llamadas “sustancias químicas eternas” (PFAS (sustancias perfluoroalquiladas)) está ahora muy extendida y los científicos las han relacionado con riesgos potenciales para la salud como la infertilidad y el cáncer. Una reciente investigación de BBC Panorama reveló que prácticamente todo el mundo tiene algún nivel de estos contaminantes persistentes en el torrente sanguíneo.
La ubicuidad de las PFAS
Durante décadas, los PFAS se han utilizado en innumerables productos, desde ropa impermeable y utensilios de cocina antiadherentes hasta equipos electrónicos y médicos. Su persistencia significa que no se descomponen fácilmente, sino que se acumulan en el medio ambiente, nuestros hogares, el agua y los alimentos. Si bien cualquier nivel superior a 2 ng por mililitro de sangre se considera riesgoso, la mayoría de las personas ya superan ese umbral.
Cómo afectan las PFAS a nuestra salud
La exposición a las PFAS no sólo plantea riesgos teóricos; puede impactar activamente la salud. Los estudios muestran vínculos con problemas de tiroides, cáncer de riñón e hígado y reducción de la fertilidad. Las personas embarazadas, sin saberlo, transmiten estas sustancias químicas a sus hijos, lo que genera preocupación sobre los efectos a largo plazo en los cuerpos en desarrollo. Reducir la exposición no se trata necesariamente de llegar a cero, sino de mitigar el daño con el tiempo.
Pasos prácticos para reducir la exposición
Los expertos sugieren varias estrategias para reducir los niveles de PFAS:
- Cambios en la dieta: Aumentar el consumo de fibra (a través de avena, cebada, frijoles, nueces y semillas) puede ayudar a eliminar las PFAS del cuerpo. La menstruación también ayuda a reducir los niveles.
- Repuestos para el hogar: Cambie los utensilios de cocina antiadherentes por cerámica, acero inoxidable o hierro fundido. Utilice filtros de agua para reducir los PFAS en el agua del grifo.
- Conocimiento del producto: Evite productos etiquetados como “impermeables” o “resistentes a las manchas” a menos que indiquen explícitamente “libre de PFAS”. Consulte las listas de ingredientes para ver si hay “fluoro” o “PTFE”.
- Mantenimiento del hogar: Aspire las alfombras diariamente y ventile las habitaciones para reducir la acumulación de polvo de PFAS. Reemplace las sartenes antiadherentes rayadas.
Respuestas regulatorias y de la industria
La Comisión Europea está considerando una prohibición total de los productos químicos PFAS, mientras que el gobierno del Reino Unido todavía está evaluando opciones. La Asociación de Industrias Químicas aboga por transiciones graduales, citando la falta de alternativas inmediatas más seguras. Sin embargo, algunos fabricantes, como Mountain Warehouse, ya están retirando productos más antiguos que contienen PFAS, aunque no todo el etiquetado es transparente.
Contaminación de alimentos y pesticidas
Nuestra mayor exposición proviene de los alimentos, incluidos el pescado, la carne, los huevos, las frutas e incluso el vino. Los pesticidas que contienen PFAS pueden permanecer en los productos agrícolas, lo que garantiza que se adhieran incluso después de la lluvia. Los químicos se acumulan a medida que se procesan los ingredientes concentrados, como las uvas en las botellas de vino.
Las PFAS están integradas en la vida moderna, lo que hace imposible evitarlas por completo. La comodidad y durabilidad que ofrecen tienen un costo que apenas estamos empezando a comprender. Reducir la exposición es un pequeño consuelo, pero la realidad es que estos químicos ahora son parte de nuestro entorno interno.































