Una nueva ola de plataformas de gran altitud (HAP), incluidos aviones y dirigibles de larga duración, está surgiendo como un potencial disruptor para los servicios de Internet basados en satélites como Starlink de SpaceX. Estas plataformas prometen ofrecer conectividad de alta velocidad a costos significativamente más bajos, conectando potencialmente a miles de millones de personas actualmente excluidas del acceso digital.
Las limitaciones de las soluciones satelitales actuales
Si bien empresas como SpaceX han promocionado las megaconstelaciones de órbita terrestre baja (LEO) como el futuro de Internet global, enfrentan limitaciones inherentes. La Internet satelital requiere terminales de usuario costosas, sufre una dilución del ancho de banda a medida que crece el número de usuarios y plantea crecientes preocupaciones sobre la sostenibilidad. El creciente número de satélites en órbita aumenta el riesgo de colisiones y contaminación atmosférica por el reingreso de desechos. Starlink actualmente ofrece alrededor de 17 Mbps a dispositivos directamente, mientras que incluso las antenas avanzadas de AST SpaceMobile alcanzan solo alrededor de 21 Mbps, insuficiente para muchas aplicaciones modernas.
HAPS: ¿Un enfoque más eficiente?
Los HAP operan en la estratosfera (de 6 a 31 millas sobre la Tierra), ofreciendo un punto óptimo entre la infraestructura terrestre y las redes satelitales. Intentos anteriores, como el proyecto Loon de Google, fracasaron por cuestiones de sostenibilidad. Sin embargo, empresas como World Mobile Stratospheric y Sceye ahora afirman haber superado estos desafíos.
La innovación clave radica en la generación de energía. Los globos tradicionales de gran altitud dependían de la energía solar, que proporcionaba energía limitada. El avión Stratomast de World Mobile utiliza hidrógeno líquido, lo que permite vuelos de seis días a 60.000 pies y alimenta una antena de matriz en fase de gran ancho de banda capaz de atender a 500.000 usuarios simultáneamente. El director ejecutivo Richard Deakin afirma audazmente: “Cuando el Stratomast esté volando, todos estos viejos satélites estarán en museos”.
Ventajas de costos y cobertura
Los HAP ofrecen importantes ventajas de costos. World Mobile estima que ejecutar un sistema Stratomast en Escocia costaría alrededor de 52 millones de dólares al año, proporcionando conectividad de 200 Mbps a 5,5 millones de personas a aproximadamente 60 peniques al mes. Esto es mucho más barato que la suscripción de $40 al mes de Starlink, incluso en áreas con baja demanda. Un solo Stratomast puede cubrir 6.000 millas cuadradas, lo que significa que sólo nueve plataformas podrían brindar cobertura para todo el país.
Aproximación del dirigible de Sceye
Sceye está buscando un diseño HAP diferente: un dirigible impulsado por energía solar que ha demostrado con éxito su resistencia durante la noche en la estratosfera. La empresa recibió una “inversión estratégica” de SoftBank, lo que indica confianza en su tecnología. El fundador de Sceye, Mikkel Frandsen, cree que incluso las constelaciones de satélites completamente desplegadas no alcanzarán a satisfacer las necesidades de conectividad global.
Implicaciones geopolíticas
Más allá del costo y la eficiencia, los HAP ofrecen ventajas estratégicas. El jefe de plataformas aéreas de World Mobile, Gregory Gottlieb, señala que estos sistemas son ágiles y se pueden desplegar en poco tiempo, lo que los hace menos vulnerables en tiempos de conflicto. A diferencia de los satélites, que podrían ser el objetivo de una guerra importante, los HAP se pueden reposicionar rápidamente y operar en espectros flexibles.
El camino a seguir
World Mobile Stratospheric tiene como objetivo realizar pruebas estratosféricas en 2027, tras pruebas terrestres exitosas en Alemania y Arabia Saudita. Sceye también tiene como objetivo el servicio comercial para 2027. Si bien las megaconstelaciones de satélites seguirán desempeñando un papel, los HAP representan una alternativa viable y potencialmente superior para cerrar la brecha digital global.
El surgimiento de los HAP como fuerza competitiva en el mercado de la conectividad a Internet indica un cambio hacia soluciones más escalables, sostenibles y resilientes, desafiando el dominio de los sistemas basados en satélites.
































