El raro sistema de estrellas triple Apep presentado por el telescopio Webb

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El telescopio espacial James Webb de la NASA ha realizado un descubrimiento revolucionario: el raro sistema estelar binario Apep, que lleva el nombre del dios egipcio del caos, es en realidad un sistema triple. Esta revelación, confirmada mediante nuevas observaciones, proporciona una visión sin precedentes de la evolución estelar extrema y la dinámica caótica de las estrellas moribundas.

El peculiar sistema Apep

Apep consta de dos estrellas Wolf-Rayet, una clase excepcionalmente rara de estrellas que son masivas, calientes y se acercan al final de sus vidas. Estas estrellas arden intensamente, liberando poderosos vientos de gas mientras se preparan para explotar como supernovas. La escasez de estrellas Wolf-Rayet (sólo existen alrededor de 1.000 en nuestra galaxia de cientos de miles de millones) hace que el descubrimiento de un sistema binario en el que ambas estrellas pertenecen a esta categoría sea particularmente notable.

Los nuevos datos de Webb confirman la presencia de un tercer compañero: una supergigante de aproximadamente 40 a 50 veces la masa de nuestro sol. Las dos estrellas Wolf-Rayet probablemente eran aún más masivas en su juventud, pero desde entonces han perdido masa y ahora pesan 10 y 20 masas solares, respectivamente.

Capas de polvo en capas revelan interacciones estelares

Lo que hace que Apep sea verdaderamente única es la forma en que interactúan las dos estrellas Wolf-Rayet. Las observaciones del telescopio revelaron capas de polvo anidadas que rodean el sistema, que se asemejan a las ondas de un estanque. Estas capas se forman cuando las dos estrellas se acercan, colisionando sus vientos de gas y expulsando polvo de carbono a velocidades de 1200 a 2000 millas por segundo. Las conchas aparecen en un patrón constante, lo que indica un ciclo regular de formación de polvo durante los últimos 700 años.

Cada capa tiene aproximadamente dos años luz de diámetro, pero mantiene su forma a pesar de la expansión hacia afuera. Ligeras deformaciones en los caparazones sugieren órbitas alargadas o patrones de viento desiguales. La tercera estrella, que orbita a una distancia mayor, talla huecos en forma de pastel en cada capa a medida que pasa, lo que confirma aún más su vínculo gravitacional con el sistema.

Investigación a distancia y futuro

Las observaciones también sugieren que Apep está más lejos de lo estimado anteriormente, quizás a unos 15.000 años luz de la Tierra. La distancia precisa sigue siendo incierta y requiere más estudios.

“Ver las nuevas observaciones de Webb fue como entrar en una habitación oscura y encender la luz”, dijo Yinuo Han, autor principal de uno de los artículos publicados. “Todo apareció a la vista”.

El descubrimiento subraya el poder del Telescopio Espacial James Webb para resolver sistemas estelares complejos y desentrañar los misterios de la evolución estelar extrema. El sistema Apep seguirá siendo un punto focal para los astrónomos y ofrecerá información valiosa sobre las etapas finales de las estrellas masivas.