China lanzó con éxito una nave espacial no tripulada Shenzhou 22 a finales del 24 de noviembre (hora de Beijing) para proporcionar un vehículo de regreso para sus tres astronautas actualmente a bordo de la estación espacial Tiangong. La misión, llevada a cabo utilizando un cohete Long March 2F/G desde el Centro de Lanzamiento de Satélites de Jiuquan, representa una respuesta crítica a una situación inusual: la nave de regreso existente para la tripulación actual resultó dañada, dejándolos varados en órbita.
La situación de emergencia
Los tres astronautas (Zhang Lu, Zhang Hongzhang y Wu Fei) llegaron a Tiangong el 31 de octubre como parte de la misión Shenzhou 21. Su llegada coincidió con el regreso previsto de la tripulación del Shenzhou 20. Sin embargo, justo antes de la salida, la nave espacial Shenzhou 20 fue alcanzada por desechos espaciales. Para garantizar la seguridad de la tripulación anterior, los funcionarios chinos tomaron la decisión de traerlos a casa utilizando el barco Shenzhou 21 recién llegado.
Esto dejó a los astronautas actuales sin una ruta de regreso designada. La nave espacial Shenzhou 21, ahora reutilizada, no puede utilizarse para su salida, lo que crea un desafío logístico para el programa espacial de China. El Shenzhou 20 averiado sigue atracado en la estación, pero su destino (reparación o abandono) sigue siendo incierto.
La misión Shenzhou 22
El lanzamiento de Shenzhou 22 estaba programado en un período de 30 minutos a partir de las 11:11 p.m. EST (0411 GMT, 25 de noviembre; 11:11 a. m., hora de Beijing). Los medios estatales chinos confirmaron que la carga de propulsor se completó el viernes por la mañana temprano y publicaron imágenes de la misión que muestran el cohete Gran Marcha 2F ascendiendo a Tiangong desde la Gran Muralla, una representación simbólica de preparación y éxito.
La nave espacial está vacía, lo que significa que servirá únicamente como bote salvavidas para la tripulación varada. Esto no es típico; Las naves espaciales suelen transportar suministros y personal en ambos sentidos. La misión pone de relieve los riesgos impredecibles de los viajes espaciales, incluso para programas bien establecidos como el de China.
Perspectivas a largo plazo
Con Shenzhou 22 ahora atracado, la tripulación actual permanecerá a bordo del Tiangong hasta que sea relevada por la misión Shenzhou 23, actualmente programada para abril de 2026. El incidente subraya la necesidad de redundancia en los programas espaciales, así como el peligro siempre presente de los desechos orbitales.
Esta situación demuestra que incluso los países con capacidades espaciales avanzadas deben enfrentar emergencias inesperadas y adaptarse rápidamente para garantizar la seguridad de sus astronautas.
La misión Shenzhou 22 es un testimonio de la capacidad de respuesta rápida de China en el espacio, pero también un recordatorio de que la exploración espacial sigue siendo intrínsecamente riesgosa.






























